viernes, 7 de junio de 2013

El maltrato Infantil y el abuso sexual y sus daños fisiológicos en el Cerebro.

El maltrato Infantil y el abuso sexual y sus daños fisiológicos en el Cerebro.

El abuso sexual y el maltrato emocional durante la infancia influyen en el desarrollo de las regiones del cerebro especializadas en la autoconciencia y la sensación genital en la etapa adulta, según un nuevo estudio.
Un equipo internacional de investigadores descubrió que cambios específicos en la corteza cerebral reflejan la naturaleza del abuso durante la niñez, de acuerdo con el estudio publicado este 1 de junio de 2013 en American Journal of Psychiatry.
El cerebro, al igual que los músculos, se desarrolla a través del uso: las áreas que se “ejercitan” más, suelen ser más gruesas.
Los investigadores encontraron que la corteza es más delgada en las áreas del cerebro que procesan el tipo de abuso. Por ejemplo, cuando las mujeres sufrieron abuso sexual, la corteza somatosensorial —que representa a los genitales— es más fina.
"Si el abuso fue de tipo sexual, hemos visto cambios en la corteza somatosensorial, el área (del cerebro) que procesa la entrada desde el cuerpo para crear sensaciones y percepciones", dijo a Time.com Jens Pruessner, profesor asociado de psiquiatría de la Universidad McGill en Montreal.
Las mujeres que fueron maltratadas emocionalmente tienen una corteza más delgada en las zonas del cerebro asociadas con la autoconciencia, la autoevaluación y la regulación emocional, según la escuela de Medicina Miller, de la Universidad de Miami, cuyo investigador Charles B. Nemeroff participó en el estudio llamado Disminución de la representación cortical de campo somatosensorial genital después de abuso sexual infantil.
El abuso emocional podría generar la propensión a la depresión, mal humor y respuestas emocionales extremas, aunque depende de la persona y de circunstancias particulares, reportó Time. Como adultos, (tienen dificultad) reflexionar sobre sí mismos y encontrar la manera correcta de tratar con las emociones.
Este descubrimiento permitirá desarrollar nuevas terapias para intervenir en la reducción de la carga psiquiátrica de tales traumas que dura a menudo toda la vida.
Los investigadores afirman que ese adelgazamiento de la corteza le sirve al niño como escudo contra los abusos, ya que el cerebro deja desatendida esas áreas. Sin embargo, la mayoría de los sobrevivientes de abuso no presentan síntomas. De hecho, la investigación muestra que el cerebro puede cambiar drásticamente cuando se le proporciona apoyo y sustento emocional.

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