lunes, 10 de junio de 2013

METODOLOGÍA DEL PERITAJE PSICOLÓGICO.

METODOLOGÍA DEL PERITAJE PSICOLÓGICO.

El Psicólogo que va a actuar como perito debe contar con un conocimiento suficiente de las características del sistema jurídico en el que va a operar, no solo de los tipos de jurisdicciones e instancias, sino también de ciertas generalidades de la mecánica procesal y de las técnicas al uso en las salas de Audiencia.

6 ETAPAS DIFERENCIADAS EN LA REALIZACIÓN DE LA PERITACIÓN

1.       Iniciación del caso: El inicio de una peritación parte a menudo de un primer contacto que un abogado, juez, fiscalo institución pública o privada mantiene con el psicólogo. En algunas ocasiones es el propio cliente es el que acude, si bien tal entrevista no sustituye al necesario contacto con su abogado.  También el perito puede ser designado directamente por el juez mediante el correspondiente mandamiento, en cuyo caso el perito tomará contacto con el juez y las partes.
En ella se recabarán las siguientes informaciones, además de efectuarse previsiones por parte del perito:
·         Los “hechos del caso”: es decir los principales hechos que constituyen el caso, para los que se solicita la intervención pericial, basándose en ellos el psicólogo deberá decidir si es de su competencia exclusiva o no la intervención pericial.
·         La fecha probable de la vista de audiencia, ya que el psicólogo necesitará evaluar si dispone del tiempo necesario para realizar adecuadamente su labor.
·         Las preguntas hipotéticas a las que el psicólogo tendrá que responder como perito.  Este aspecto es crucial ya que es sobre estas cuestiones sobre las que ha de girar la actividad pericial, y a las que su vez tendrá que limitarse en el dictamen.
·         Las características y disponibilidad del sujeto demandante. ¿Están el o los sujetos a explotar accesibles? ¿Las características de los contextos en los que habrá que realizar las exploraciones, poseen la adecuación mínima suficiente y están libres de interferencias graves? Las contestaciones a estas preguntas y a otras similares permitirán implementar adecuadamente las exploraciones o aconsejarán renunciar a su ejecución.
·         La solicitud de otros informes. El psicólogo para proteger su independencia de criterio, deberá utilizar procedimientos que permitan evitar que su hipótesis descriptivas y explicativas se contaminen por las emitidas por otros peritos, ello con las obvias limitaciones que el estudio de un caso impone.
·         Si fuera el caso (cuando es servicio privado) El convenio de honorarios. Debe ofrecerse una estimación de los honorarios del perito, sobre la base de la complejidad esperable para su intervención.

2.       Preparación del expediente: La complejidad que con frecuencia llegan a alcanzar las investigaciones periciales aconseja prestar atención a la organización material del expediente, no siendo aconsejable extrapolar otros modelos, ya que el dictamen pericial no es semejante ni al clínico ni al psicopedagógico.

3.       Recogida de datos: La investigación pericial ha de abordarse considerando que hay que utilizar en ella todos los recursos metodológicos disponibles a fin de dar una respuesta adecuada a las preguntas hipotéticas. Esto hace que en estos supuestos a veces se plantee positivamente la utilidad y posibilidad de realizar exploraciones psicológicas complejas que, por su duración, coste, minuciosidad o la sofisticación de los métodos utilizados, son con frecuencia desechas en las exploraciones clínicas.

4.       Evaluación de necesidades: En esta etapa el psicólogo forense evalúa si los datos que ha obtenido en el curso de sus primeras exploraciones se adecuan o no a las necesidades que plantean las preguntas hipotéticas y, en consecuencia formula, si procede, nuevos objetivos de exploración o justifica la inabordabilidad de estos. 

5.       Selección de estrategias: La discusión sobre las estrategias de la peritación se realiza tanto en la tercera etapa (recogida de datos) como tras la evaluación de necesidades.  No es posible – ni aconsejable- plantear un modelo estándar para las diferentes exploraciones periciales, del tipo del uso de baterías constituidas por determinadas técnicas de evaluación o incluso IEF, aplicables con independencia de las características de los supuestos a estudiar.

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